domingo, 4 de marzo de 2007

Fuimos creados para servir : Ministerios


(Un futuro ministro en Pantomima: Diego Isaí)

Iniciamos la reflexión en el cuarto propósito: fuimos creados para servir. Hoy he tenido la bendición de iniciar la liturgia en el culto y ha sido una experiencia hermosa. Cuando hace algunas semanas el Hno. Benjamín Rodríguez me invitó a participar de la liturgia del mismo, recordé la lectura de un libro que el año pasado compré en Miami, Florida: Lead like Jesus. El libro en aquel entonces me impactó, porque aunque ya había leído algún otro sobre el tema de liderazgo, encontré que la clave del mismo nos la ha dado Jesús desde hace muchos años: buscar siempre servir.

¿Y cómo podemos servir? Bueno la enseñanza de hoy nos da algunas pautas. Aqui la comparto contigo:
  1. Para servir a Jesús hay que estar disponible (Marcos 20:30-32, Prov. 3:28): no podemos servir a Dios si no tiene disponibilidad. Puedo tener todas las herramientas y mejores habilidades que Dios me haya dado, pero es claro que si no están disponibles para su obra, de nada servirán. Y esto nos lleva a reflexionar en cuales podrían ser obstáculos para esto:
    1. Egocentrismo (Filip. 2:4): que nos centremos en nosotros mismos solamente, olvidando a los demás.
    2. Perfeccionismo (Ec. 11:4): alguien puede pensar que hasta que sea perfecto en el camino de Dios puede servirle, y no es así. Lo más importante es tener la disposición y entregarse al servicio.
    3. Materialismo (Luc. 16:13): alguien que piense que lo más importante son los bienes materiales que Dios. No que Dios quiera que no desee lo mejor para nosotros. El problema está cuando lo ponemos por encima del Señor.
  2. Para servir como Jesús debemos ser agradecidos: (Juan 11:41-42; Salmos 100:2). En agradecimiento al Señor buscamos servirle a través de los demás. En este contexto, alguien pudiera verse impedido por la crítica o que el que dirán (Rom. 14:4). Pero servir al Rey de reyes es el mayor de los privilegios que pudieramos tener. No debe existir verguenza o pena en ello, es un gran privilegio.
  3. Para servir a Jesús hay que ser fiel (Juan 17:4; 1 Co. 4:2; 1 Co. 15:58; Heb. 6:10; Mt. 25:21): nuestro Rey exige fidelidad hasta el final y en el caso del servicio no es la excepción.
Cuando venimos al camino de Dios a veces pensamos que la vida cristiana termina en el bautismo. Pero esto no es así: apenas inicia y de ahí en adelante la carrera debe estar llena de servicio en el camino de Dios. Lamentablemente muchas veces encontramos que cuando no estamos sirviendo en la obra, nuestra vida espiritual puede verse afectada y podemos incluso sentir que la vida cristiana pierde sentido o no tiene sabor.
¿Sientes tu vida cristiana una rutina? ¿Quieres renovarte en el Señor como el águila? En el servicio seguramente encontrarás solución a estas preguntas.

En esta semana vamos a ir mostrando una Feria de Ministerios. No te la pierdas.




Tuyo en Cristo.
Ricardo.

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