domingo, 11 de febrero de 2007

Fuiste creado para la gloria de Dios


El culto de hoy nos invita a iniciar con el primer propósito de nuestra campaña: la adoración.
El tema de la adoración es muy atractivo para los jóvenes. Si buscamos un ministerio que desde hace muchos años se ha desarrollado en nuestra iglesia, tendríamos que reconocer que la alabanza es uno de ellos. Yo recuerdo que en mis años de intermedio (en la década de los 80's) cuando estaba en secundaria aprendí a tocar la flauta (todavía creo que lo enseñan en la Sec. General No. 2) y me gustaba intentar tocar algunas de las alabanzas que los jóvenes de aquel entonces cantaban (¿Habrá alguién que se acuerdan de Sólo en Cristo hay esperanza?). En aquel entonces para muchos de nosotros hasta ahí llegaba la idea de adorar (o alabar, lo entendíamos casi como lo mismo).
Hoy las cosas han cambiado, entendemos que la adoración va más allá. Nuestro pastor nos enseñó en su predicación algunas ideas importantes que te quiero resumir:
  1. Nacimos para alabanza de Dios (Ap. 4:11, Rom. 12:11). Nacimos para agradar a Dios y esto es algo que se da en doble sentido: Dios siempre toma la iniciativa y aunque Él nos amó primero también espera de nosotros su amor. Amor que se puede expresar de muchas maneras. Él espera toda nuestra energía centrada en Él. Dios nos cuida aún sin darnos cuenta. Esto no es algo fácil de entender para el hombre porque poseemos una naturaleza egocéntrica. Porque vivimos en una cultura egocéntrica. Como hijos de Dios debemos vencer esto.
  2. Adorar es dedicar mis afectos a Dios (1 Juan 4:19, Oseas 6:6, Éxodo 34:14). Debemos atrevernos a decirle a Dios que le amamos. Dios pide de nosotros amor, no sacrificios. Dios está apasionado de nosotros, nos anhela profundamente. Como hijos de Dios debemos buscar estar en la presencia de Dios porque lo amamos.
  3. Dios pide tu adoración en todo (Col. 3:29, 2 Co. 5:9). Dios quiere que lo invites a participar en todos los aspectos de tu vida. La verdadera adoración es un estilo de vida.

Es indudable que este nivel de adoración es algo a lo que quizá no estamos acostumbrados. Encontrar la adoración a Dios en todo lo que hacemos no es sino una pequeña muestra del amor que debemos tener a Áquel que "siendo rico se hizo pobre para que por su pobreza fuesemos enriquecidos".

¿Está Jesús en el centro de vida? ¿Es Jesús tu universo?



4 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me llamO la atenciOn
que la adoraciOn no consiste
Unicamente en el ritmo del himno
o genero musical (porque hay mucha gente que se queja de que los himnos deben ser calmados, aunque hay muchos himnos nuevos que exageran el ritmo ahahaha)
,sino que mAs bien consiste en la letra y la intenciOn con que se cante el himno... que no solo se
canta por cantar, si no que se cante con el objetivo de adorar
a Dios.

Ricardo Quintero dijo...

A mi me parece que si se combinan ambos aspectos el resultado es mucho mejor: una buena letra con una buena música, seguramente es mejor que una buena letra (o música) con una mala música (o letra) ¿No crees?

Alba Gómez dijo...

PDC...me gusto el capitulo de hoy, aunque me impresiona la idea de saber que fui creada para agradar a Dios, siento gran responsabilidad y compromiso. y sobre la musica si es algo controversial lo de ritmos rapido-lento, a mi me parece que cada uno tiene su encanto propio.

Ricardo Quintero dijo...

Es mucha responsabilidad, pero tiene sentido: no podemos ser cristianos de tiempo parcial ...