Niveles de comunión en la Familia de Dios

El culto de hoy ha dado inicio al estudio del segundo propósito de nuestra campaña: fuimos hechos para la familia de Dios. Iniciamos con un hermoso canto de los niños:

Después hemos tenido un video de reflexión sobre "El aire de tu casa":

y finalmente el mensaje de la palabra en el cual hemos aprendido que existen 4 niveles de comunión en la familia de Dios:

1. Nivel de membresía: fuimos hechos para pertenecer al cuerpo de Cristo (Rom. 12:5). Esta pertenencia es eterna puesto que Jesús lo es. Sólo Jesús puede mantenernos unidos. Esto tiene origines muy remotos: a Abraham fue dada la promesa de una nación grande y hoy los cristianos hemos sido partícipes de esta promesa cuando aceptamos ser bautizados en el nombre de Jesucristo (Rom. 6:23).
2. Nivel de amistad: los primeros cristianos entendieron el verdadero sentido de la comunión: no tenían nada para sí, sino todo en común. En la familia de Dios debemos aprender a compartir todo:
• Experiencias (Prov. 17:17): un cristiano con experiencia puede y tiene mucho que enseñar a los menos experimentados.
• Los hogares (1 Pedro 4:9): muchos sin saberlo hospedaron ángeles.
• Los problemas (Gal. 6:2; Heb. 10:25): no debemos llevar sólos las cargas, requerimos compartir para aligerar la carga de otra forma podemos ser presa del enemigo (como el lobo que busca la oveja apartada). La clave está en pertenecer a la congregación, donde Dios envía bendición y vida eterna.
3. Nivel de asociación (1 Cor. 3:9a) : donde cada uno debemos poner de nuestra parte. Todos tenemos una responsabilidad que debemos asumir. Debemos preguntarnos ¿Qué es lo que Dios quiere en la obra de Dios? ¿Cuál es mi parte? Y esto implica descubrir los dones que Dios ha puesto en mi para realizar algún ministerio en la obra de Dios. Esto tiene implicaciones hermosas: amamos más a la Iglesia cuando trabajamos, cuando descubrimos nuestro lugar en el cuerpo de Cristo (Mat. 25:40).
4. Nivel de parentesco (Hechos 2:42): necesitamos amar a todos los cristianos. Ser semejantes a Cristo: entregar nuestra vida por el hermano. El amor en acción es lo que realmente mueve a la iglesia y es lo que demuestra al mundo que somos discípulos suyos.

Así es como iniciamos este 2o. propósito. Yo te invito a que continues al pendiente de este blog. En esta semana "un ser de otro planeta nos visitará". No te lo pierdas.

Tuyo en Cristo.

Ricardo.